La gran mayoría de mis compañeros usan la arquitectura en el diseño de casas y edificios, yo elegí enfocarme primero en el diseño de vida. Soy pionero en el movimiento del diseño del pensamiento para apoyar a las personas a vivir vidas más saludables, felices y seguras. Encontrar la metodología de diseño de vida de Stanford cambió mi visión del mundo, mis creencias, hábitos, percepciones y acciones. Mi esperanza es que mis talleres empujen hacia diferentes caminos a cada una de mis alumnas.
Soy mi propio jefe. Una parte de mi grita de terror por esta idea y la otra (la que aprendí diseñando mi vida) me dice que siga paso a paso, pruebe mis ideas y confíe en mí mismo y en el proceso de diseño del pensamiento.
Tú podrías hacer lo mismo. Conforme fueras diseñando tu vida, podrías descubrir cómo ser más eficaz para resolver problemas, cómo estar más concentrada en las cosas que realmente importan y más satisfecha con tu vida. El taller te podría abrir los ojos para que vieras el poder que tienes para transformar tu existencia. Te daría la confianza para hacer las cosas que siempre has querido mientras te deshaces de problemas que te impiden avanzar. Y la experiencia de tomar el control de tu vida cambiará tu realidad, haciéndote posible florecer en casi cualquier cosa que quieras.