Me siento requete bien equilibrado.
Al convertir el mindfulness en una parte habitual de mi práctica de diseño, no solo me he convertido en un mejor diseñador, sino que también siento que soy una persona más amable, más paciente y más empática.
Ha sido un viaje que ha valido la pena realizar. Todos los días trato de sintonizarme muy bien con mi calma interior para poder conducirme hacia nuevas ideas y soluciones. Utilizo el mindfulness para pasar de sentirme abrumado a sentirme positivo, incluso durante los proyectos más difíciles.
Me fascina amanecer muy fresco, sin asumir nada y me dejo llevar por la corriente. La vida es para pasarla bien.