Mi profesor el Dr. Ryuzo Ohno es un maestro a la hora de diseñar ambientes.
En sus jardines de paseo en Japón, ha concebido umbrales que provocan sensaciones particulares. Un lugar desde el cuál se observa la salida del sol, o un claro para sentarse y escuchar el sonido del viento silbando entre el bambú; asientos y lugares de refugio que están tan bien ubicados que la persona que está allí puede apreciar y disfrutar del ambiente particular del paisaje.
Para el diseñador británico y restaurador Terence Conran aunque en el mundo occidental la afinidad espiritual entre el hombre y su entorno sea menos explícita, el ambiente nos resulta igualmente familiar pero a un nivel más básico.
El anhelo de paz se puede lograr al crear un ambiente agradable a la vista: una gama de colores pastel, un asiento en medio de una ribera de hierbas o un remate visual bien colocado pueden invitar a la meditación o simplemente a hacer olvidar las preocupaciones diarias.