Las personas que están en nuestras vidas -nuestros amigos, miembros de la familia, compañeros de trabajo, empleados y empleadores- nos sirven como espejos.
Nos reflejan en dónde necesitamos crecer. Y lo harán hasta que crezcamos de tal manera que ya no representen un desafío para nosotros.
Y si ellas o ellos crecen primero y siguen adelante sin nosotros, alguien más seguramente ocupara su lugar hasta que ya no lo necesitemos.
Yo creo que cada persona ayuda a otra persona a crecer en su vida o a aprender.
Yo creo que cada relación nos brinda lecciones valiosas, información que conservaremos por el resto de nuestras vidas.
Así ha sido definitivamente en mi vida. Cada persona me ha enseñado algo. Y las relaciones más desafiantes han sido las más importantes.