Finalmente, las Instituciones Educativas en México prefieren la metodología de diseño de vida y de carrera para inspirar a sus alumnas y alumnos.
Usando el design research es que pude visualizar el resultado final de lo que intentaba crear. Esa es la parte esencial de mi proceso creativo.
Hace muchos años, aprendí a diseñar y prospectar en Boston. Nunca imaginé que eso podría utilizarlo en otra cosa que no fuera edificios.
La primera vez que usé el diseño en mi vida, simplemente visualizaba lo que haría para generar más paz en mi corazón.
Pensé en la vida de mis sueños, que luego empecé a vivir. Pensé en la vida que viviría con mi hija. Ya hemos tenido un par de esas vivencias.
La profunda emoción que sentí durante el proceso de diseño de mi nueva vida fue la gasolina que encendió mi deseo de ser feliz.
Sabía lo que quería así que fácilmente imaginé mi alegría en cada etapa de las odiseas, y el design thinking me permitió sentir lo que sentiría en ese momento.
Recuerdo, que una de mis alumnas alguna vez me preguntó cómo usar el design thinking en su vida. Ella estaba un poco adelantada a los tiempos, pero recuerdo lo inteligente que era.
Mi mente estaba abierta para probar los conceptos de los que nadie quería hablar. Que ironía, los escépticos me miraban y pensaban en mi ingenuidad.
Hasta que después de la pandemia, algunas pocas personas se preguntaron por qué nadie actualizó con ellos su contrato psicológico e inmediatamente dejaron de funcionar. Estaban agotados.
Más tarde, ellas y ellos regresaron rotos conmigo. Y me he asegurado de darle a cada uno la asesoría estratégica para que a través del diseño mejoren con responsabilidad sus nuevas vidas.
Les agradezco tres veces su confianza. Y los abrazo de corazón a corazón.